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La organización y funcionamiento de la Asociación Mensajeros de la Paz Andalucía y las funciones desempeñadas por cada profesional u órgano que la forman, se adecua a la misión para la que fue creada: “La promoción humana y social de los niños, niñas y jóvenes sin familia de sangre conocida, o que aún teniéndola hayan sido abandonados o expósitos, o por cualquier circunstancia se encuentren de hecho fuera de una vida familiar organizada, mediante la realización, mantenimiento y desarrollo de hogares (casas-familia) para dichos menores”. Dicho fin, tiene su consecución concreta y práctica, en los recursos, centros, programas y proyectos que desde la Entidad se llevan a cabo.

Es por todo esto, por lo que cabe destacar la importancia de que la organización interna, refleje una estructura que combine adecuadamente participación democrática, con agilidad y eficacia en la toma de decisiones, así como que considere que todas las personas que forman el equipo de profesionales, forman parte de la tarea social y educativa con cada menor o joven atendido.

Incluso que, de acuerdo a las posibilidades de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en cuanto a su edad y circunstancias, también forman parte del proceso de participación y toma de decisiones en los recursos, en muchos de los asuntos que les afectan.

Principios básicos

Coherencia: Se refiere a una actuación de forma lógica, en función de los principios que se decidan en el modelo de trabajo e intervención. Requiere de una actitud analítica y una observación de cada uno/a de los profesionales tanto individualmente como en grupo.

Cohesión: La actividad de cada uno/a de los miembros estará compenetrada con la forma de actuar de los demás. Por encima de las diferentes funciones, el equipo ha de encontrar su cohesión en un hilo conductor común, o sea, en los Estatutos y el R.O.F que el mismo contiene. La falta de cohesión es destructiva para el trabajo en equipo, ya que puede dar lugar a un comportamiento manipulador de los/as niños/as, adolescentes y jóvenes atendidos.

Contención: El equipo tiene que ser capaz de contener y trabajar sus propias dificultades, para a la vez ser capaz de contener y ayudar a elaborar los conflictos que presentan los/as niños/as, adolescentes y jóvenes.

Permeabilidad: Entre los componentes del equipo tiene que existir un respeto a las funciones y roles que representan los otros miembros; de acuerdo con ello, debe darse una intercomunicación mutua y constante en relación a las vivencias, observaciones, y recursos teóricos que desde cada profesional puedan favorecer el perfeccionamiento educativo de todo el equipo.

Ubicación en el tiempo y en el espacio social: Tanto individual como colectivamente, el equipo de profesionales será un claro exponente de su tiempo; ha de vivirse dentro del equipo una sensibilidad social, de manera que se pueda ubicar de forma constructiva ante el hecho social, superando visiones negativas de forma constructiva y ofreciendo un sentido positivo de la vida.

Mixto: Que estén representados los dos sexos. Por un lado, para garantizar la igualdad en la organización general de la Entidad, por otro, para que sea una herramienta educativa en nuestros recursos; de manera que los/as usuarios puedan encontrar los dos referentes -masculino y femenino- necesarios para un óptimo desarrollo de su personalidad. Esto es conveniente para sanear, en algunos casos, la conflictiva relación o imagen distorsionada que los/as menores y jóvenes pueden tener de alguna de las dos figuras.

Autocrítica: Supone que el equipo entienda que su actuación es siempre susceptible de mejora y/o cambio, de manera que desde una metodología de evaluación continua, pueda irse revisando el trabajo realizado por todos, sin que esto sea fuente de enfrentamientos.